GESTION EMPRESARIAL
Mejores prácticas para crear relaciones duraderas con tus clientes
Escrito por: Olga Rodriguez Plaza de amoCRM.
Construir y mantener relaciones duraderas con los clientes puede ser fundamental para el crecimiento y el éxito de tu negocio.
Enfocarnos en los clientes existentes, así como buscar nuevas oportunidades es una jugada inteligente si consideras que mantener clientes felices se traduce en oportunidades de compras a futuro, referidos y recomendaciones.
Con esto en mente, te mostramos hoy las mejores prácticas que tu empresa puede mantener con el fin de crear relaciones duraderas con los clientes.
El valor de establecer relaciones duraderas con los clientes
Forjar relaciones sólidas con los clientes es como tener una nueva amistad, el cliente quiere relacionarse con empresas que entiendan sus problemas y necesidades, pero que además le suministre soluciones concretas y efectivas.
Mantener una relación sólida y de confianza prolongará el ciclo de vida del cliente, lo que garantizará un proceso de fidelización de su parte permitiendo hacernos con embajadores de marca y disminuyendo así el costo de adquisición de clientes.
El elevar el nivel de compromiso con cada cliente implica menos objeciones durante el proceso de compras y generará valor al cliente, pues encontrará en nuestra marca un soporte de confianza, lo que a su vez implica un aumento de la probabilidad de ventas futuras.
¿Cómo mantener relaciones duraderas con nuestros clientes?
Ahora que sabemos lo valioso de mantener una relación estable y duradera con nuestros clientes, demos un vistazo a las mejores prácticas para lograr una relación de éxito y durable que beneficie nuestra empresa.
Brinda confianza
En cualquier relación humana que tenga como objetivo durar en el tiempo, la honestidad es clave. Presentar nuestros productos desde la transparencia, destacando sus beneficios y sin ocultar sus limitaciones generará un nivel de confianza en los prospectos.
Si bien nuestro servicio o producto, dadas sus carencias en relación con las necesidades del cliente, no sea vendido en un momento preciso, la capacidad de asumir responsablemente nuestras limitaciones generará una imagen de seriedad ante los clientes, quienes pueden convertirse en el futuro en una recomendación ante un tercero.
Ser honestos y realistas es siempre bien visto, los clientes lo aprecian y puede ser una base sólida para una relación estable a futuro.
Mantén una comunicación clara
Sin bombardear al cliente con información, asegúrate de que esté al tanto del progreso de su proyecto y que entiende los pasos a seguir, toma en cuenta sus observaciones e ideas creativas, asegúrate de contestar a sus dudas rápidamente, incluso si aún no tenemos una respuesta puedes confirmarle que estás trabajando en ello o esperando más información.
Algunas veces, una llamada o una reunión por Skype, aunque corta, puede ser una mejor solución que un email para evitar cualquier malentendido y trabajar en construir la relación con el cliente. Una herramienta CRM puede ser de gran ayuda para mantener una comunicación clara.
Cultiva una relación de amigos
Pensemos en esto: ¿Cuántas veces preferiste usar otra empresa porque la atención que te ofrecían no era la esperada? Y es que a todos nos agrada que nuestras consultas y requerimientos sean atendidos de la mejor manera posible.
Entender la personalidad y los intereses de nuestros clientes nos permite mantener conversaciones a un nivel más profundo y cultivar efectivamente la relación, pequeños detalles compartidos por ambos puede hacer trascender la relación de algo meramente comercial, así ambas partes terminan sintiéndose enriquecidas al final del proceso.
Como empresa podemos tener un acercamiento mediante una simple conversación o manteniendo comunicación mediante newsletters, invitaciones a eventos de posible interés para nuestro cliente, presentaciones, las distintas interacciones en las redes sociales, o incluso enviar felicitaciones en cumpleaños puede hacerles entender que en nuestra marca tienen a alguien en quien contar, un verdadero amigo.
Aporta valor a tus clientes
No todos los clientes son iguales, unos valorarán más la calidad del servicio, otros la rapidez, otros el compromiso y otros el precio. Al igual que los clientes, cada compañía es distinta, lo que funciona en una puede no funcionar en otra. Incluso puede que lo que funcionó en el pasado ahora no funcione.
Sin embargo, ante todo esto existe una verdad, al cliente no le importas tú, sino lo que tú puedes hacer por él. Por tanto, brindar beneficios en distintos niveles nos ayudará a aportar valor como empresa para los distintos tipos de clientes. Mostrar diferentes contribuciones en pro del consumidor nos permite aportar valor a este y mejorar la relación.
Podemos generar valor económico para los clientes mediante precios más accesibles, facilidades de pago para clientes afiliados o programas de lealtad que ofrezcan puntos. Igualmente, podemos agregar valor conceptual y funcional ayudando a ofrecer soluciones estructurales mediante asesorías y consultas, o mediante contenido en nuestra web que sea de interés para nuestros consumidores y al mismo tiempo relacionado con nuestro negocio.
Recuerda no se trata de decir solamente que podemos ofrecer esto y aquello por los clientes, si no de realmente hacerlo.
Excede las expectativas
Al contratar tus servicios los clientes esperan algo definido de ti, pero ir un paso más allá, por ejemplo, al prometer algunos objetivos, siempre dentro de lo razonable, y apegarte a ellos y añadir al final detalles extras que pueden sorprender y deleitar a los clientes; o al cubrir aquellos paint points o puntos de dolor que no sabe que sufre y salir al paso con una solución oportuna. El exceder las expectativas de los clientes les recordará lo que hiciste por ellos y seguramente te contratará de vuelta en el futuro.
Trata a cada cliente como el más importante de todos
Por último, trata a cada cliente como si fuese el más importante de todos, bien sea una PyME o una multinacional, nunca sabemos a quién nos pueda terminar refiriendo, o qué tan grande se convertirá ese negocio o en boca de quién terminará el nombre de tu empresa. Cada cliente es potencialmente tu cliente más importante, trátalo como tal.
Mejores prácticas = Mejores relaciones
Cada cliente es único y necesita de una atención y servicio único para construir una relación a largo plazo, de ti depende escuchar, entender y proveer soluciones a sus necesidades. Estas prácticas pueden ser usadas como base para construir relaciones sólidas con prospectos y clientes.
Sin embargo, al intentar construir una relación fuerte, recuerda no obligar a cada cliente a encajar en un proceso estandarizado, porque las necesidades de uno, no serán necesariamente las de otros, aunque todas las acciones deberán estar delimitadas para ti según tu proceso de ventas, no necesariamente el cliente debe seguir esa hoja de ruta.
Cada cliente con el que trabajas tiene sus propias expectativas y necesidades comerciales, trabaja con ellas y encuentra un sistema que funcione para ambos, mantente auténtico y prioriza construir una relación a largo plazo que sin duda ayudará a ambos a crecer firmemente.
Deja que tu mente hable